Evita la reducción de consumo en épocas de verano.
Utilización de subproductos, llegando a reducir los costes de alimentación hasta un 25%.
Aumento de la ingesta de agua en maternidad, beneficiando la producción de leche.
Reducción en el desperdicio de alimentación.
Posibilidad de curvas de alimentación por animal.
Reducción en el indice de conversión en cebaderos.
Solución al gran problema de racionar al cerdo ibérico:
Aumentando el ratio de agua en la mezcla conseguimos saciar al animal y que la ingesta de alimento sea inferior, por lo tanto, ralentizamos el crecimiento.